Miré a la ventana contemplado la huida de los pájaros con mi café preferido, "Capuchino". Entró en la tienda varias personas, incluyendo a un chico que, me enamoró. Iba solo, con un libro de amor, parecia ser del famoso Federico Moccia. Enseguida me miró y yo aparté la mirada de sus preciosos ojos, él se sentó en frente mía. Mientras que el leía y apartaba solo la mirada del libro para coger el café, yo iba a pagar la cuenta para marcharme. No quería hacerlo, pero llegaba tarde.
Él por fin aparto la mirada de su café o de su libro y me miró. Su mirada con ojos azules y largas pestañas negras.
Se levantó y me dijo
-Un momento.
+¿Sí? - Contesté nerviosa e intusiasmada.
-¿Te apetece tomar un helado por la plaza?
+eeh... bueno, tengo que ir a un sitio pero... esta bien - Le contesté con una gran sonrisa.
Él sonrió al instante y me dio la mano, todo un caballero, si señor.
Nos sentamos en un banco y empezó hablar, yo no le escuchaba, solo escuchaba un murmullo y veía su preciosa sonrisa que deslumbraba toda la plaza. Entonces, de repente, me dijo:
-¡ME HE ENAMORADO DE TI!
Yo, sonrojada me marché. El me siguió y me pregunto que porque me marchaba y si sentía lo mismo. Yo contesté:
+Claro que lo siento.
FIN
